Presupuestos Generales del Estado: Ingresos y Gastos
Los países, para llevar a cabo su actividad, necesitan una serie de ingresos financieros. Con estos ingresos se cubren los gastos de la actividad del Estado. En un Estado de derecho, estos ingresos y gastos no pueden ser arbitrarios, sino que deben estar recogidos por ley. Esta ley, la Ley de Presupuestos Generales del Estado, debe ser aprobada por el Parlamento cada año. Si en un año el Parlamento no consigue aprobar la ley, automáticamente se prorroga el contenido de la ley del año anterior hasta que se apruebe una nueva.
Estructura de los Presupuestos
Esta ley se divide en dos partes principales:
- Ingresos del Estado: Provienen de diversas fuentes, principalmente impuestos, tasas y contribuciones especiales. La ley de presupuestos fija una cantidad estimada de ingresos, ya que el Estado no puede saber con certeza cuánto dinero ingresará.
- Gastos del Estado: El Estado solo puede gastar dinero en aquello que esté presupuestado.
Situaciones Presupuestarias
Derivado de la relación entre ingresos y gastos, los presupuestos pueden encontrarse en tres situaciones:
- Equilibrio presupuestario: Situación ideal, aunque poco frecuente, en la que los ingresos del Estado coinciden con sus gastos.
- Superávit: Los ingresos del Estado son mayores que sus gastos, permitiendo al Estado ahorrar.
- Déficit público: El Estado gasta más de lo que ingresa, teniendo que pedir dinero prestado y aumentando la deuda pública.
Este esquema de los Presupuestos Generales del Estado se replica en los diferentes niveles de la Administración Pública (autonomías, ayuntamientos, etc.).
Ingresos del Estado: Tributos y Actividad Empresarial
Los ingresos del Estado se obtienen principalmente a través de dos vías:
- Ingresos procedentes de la actividad empresarial del Estado: Beneficios obtenidos por las empresas públicas.
- Tributos: Cantidades de dinero que los ciudadanos están obligados a pagar al Estado. Se dividen en tres categorías:
- Impuestos: Pagos obligatorios sin recibir una contraprestación directa. El incumplimiento conlleva sanciones.
- Tasas: Pagos realizados al Estado a cambio de un bien o servicio específico (ej: tasas universitarias, tasas por expedición de títulos).
- Contribuciones especiales: Pagos realizados a la administración pública por haber recibido un servicio que beneficia especialmente al ciudadano.
Tipos de Impuestos: Directos e Indirectos
Los impuestos se clasifican en dos grandes categorías:
- Impuestos Directos: Tienen en cuenta las circunstancias personales y familiares del contribuyente (sujeto pasivo). Son impuestos con «nombre y apellidos», y la cantidad a pagar varía según la capacidad económica del ciudadano. En España, se aplica el principio de progresividad: quien más gana, más impuestos paga. Ejemplos:
- IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas)
- IS (Impuesto de Sociedades)
- Impuestos Indirectos: No tienen en cuenta las circunstancias personales y familiares. Generalmente, el ciudadano paga el impuesto a una empresa, y esta lo ingresa en las cuentas del Estado. Ejemplo:
- IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)
El IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas)
El IRPF grava los rendimientos obtenidos por una persona física. Se compone de:
- Rendimientos del trabajo: Ingresos obtenidos mediante un contrato de trabajo.
- Rendimientos del capital inmobiliario: Ganancias obtenidas por la propiedad de bienes inmuebles (excepto la vivienda habitual).
- Rendimientos del capital mobiliario: Rendimientos obtenidos por la propiedad de acciones o depósitos bancarios que generen intereses.
- Rendimientos de la actividad empresarial: Ingresos obtenidos por negocios que no sean grandes sociedades (autónomos).
- Rendimientos irregulares: Ganancias obtenidas por la venta de activos (terrenos, vehículos, edificaciones). Se denominan así porque no son ingresos recurrentes.
Una vez calculados todos los rendimientos, se suman y se aplican reducciones que consideran las circunstancias familiares (número de hijos, personas a cargo con discapacidad, etc.). Al importe resultante se le aplica el tipo impositivo, un porcentaje que varía en función de los rendimientos obtenidos (progresividad).
El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)
El IVA es el principal impuesto indirecto en España. Grava la compra de bienes y servicios por parte de los consumidores finales. El productor no es el encargado de tramitarlo, sino el vendedor.
Existen tres tipos impositivos de IVA:
- IVA General: 21% (se aplica a la mayoría de los bienes y servicios).
- IVA Reducido: 10% (alimentos, vivienda, transporte, entre otros).
- IVA Superreducido: 4% (bienes y servicios básicos como pan, leche, medicamentos).
El empresario realiza la liquidación del IVA, considerando:
- IVA Soportado: Suma del IVA pagado por el empresario en la compra de materias primas, productos semielaborados o servicios.
- IVA Repercutido: Suma del IVA que los clientes han pagado al empresario por la compra de sus bienes y servicios.
El resultado de la liquidación es la diferencia entre el IVA repercutido y el IVA soportado. Si el IVA repercutido es mayor, el empresario debe pagar la diferencia a Hacienda. Si es menor, Hacienda le devuelve la diferencia.
Otros Impuestos Relevantes en España
Además del IRPF e IVA, existen otros impuestos importantes en España:
- IAE (Impuesto de Actividades Económicas): Lo pagan quienes realizan actividades empresariales o artísticas.
- Impuesto de Patrimonio: Grava la posesión de un patrimonio elevado (grandes fortunas).
- IVTM (Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica): Grava la tenencia de vehículos a motor aptos para circular por carretera.
- ITP y AJD (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados): Se aplica a la transmisión de bienes entre ciudadanos y a la formalización de actos ante notario.
- IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles): Grava la posesión de bienes inmuebles (pisos, terrenos, garajes).
- Impuesto sobre Hidrocarburos.
- Impuestos Especiales sobre el Alcohol y el Tabaco.
La Política Económica: Fiscal y Monetaria
Los gobiernos no solo deben garantizar la producción de determinados bienes y servicios (sanidad, infraestructuras), sino también la estabilidad económica (control de la inflación, desempleo, crecimiento económico). Para ello, utilizan herramientas conocidas como políticas económicas.
Tipos de Políticas Económicas
- Política Fiscal: Utiliza los ingresos y gastos del Estado para influir en la economía. Puede ser:
- Expansiva: Busca el crecimiento económico aumentando el gasto público o reduciendo los impuestos. Puede generar inflación. Ejemplos: fondos COVID, Plan E (2008).
- Contractiva: Busca frenar la economía para controlar la inflación, por ejemplo, reduciendo el gasto público.
- Política Monetaria: Gestiona la cantidad de dinero en circulación en una economía. Influye en los precios (inflación) y puede estimular o desacelerar la economía. Se basa en herramientas como los coeficientes de caja y los tipos de interés.