Principios básicos de la economía: Mercado, Producción y Crecimiento

La jerarquía de las necesidades según Maslow

El psicólogo norteamericano Abraham H. Maslow, en su obra titulada Una teoría sobre la motivación humana, clasificó en 1943 las necesidades humanas en cinco niveles dispuestos de manera progresiva. Dichas necesidades constituyen una fuente de motivación que desaparece a medida que van siendo satisfechas. Maslow las representó en forma de pirámide, de tal modo que las más elementales se sitúan en la base y el resto se van colocando en los escalones superiores como se muestra a continuación:

Necesidades fisiológicas

Son las necesidades básicas del ser humano, de cuya satisfacción depende su supervivencia: comer, dormir, protegerse del frío, etc.

Necesidades de seguridad

Sirven para consolidar lo que se ha obtenido hasta el momento presente, de tal manera que el individuo se sienta seguro y protegido: seguridad física, de empleo, de salud, etc.

Necesidades sociales o de pertenencia

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de asociación, participación y aceptación, como ser aceptado por los compañeros de instituto o de trabajo, tener amistades, etc.

Necesidades de autoestima o reconocimiento

Son las que afectan a la mejora de la confianza en uno mismo, como por ejemplo obtener éxito en el trabajo, ser una persona prestigiosa, etc.

Necesidades de autorrealización

Consisten en lograr ideales o metas que se ha propuesto el individuo. Por ejemplo, ser Presidente del Gobierno, viajar al espacio, ser futbolista profesional, etc.

El coste de oportunidad

Toda decisión en economía siempre tiene varias alternativas a las que renunciamos. Por ello, resulta fundamental que comprendamos que la mejor decisión es aquella que más beneficio nos da frente a los costes. De estos costes no solo debemos calcular los costes directos de nuestra decisión (el dinero que nos gastamos), sino también el coste de oportunidad, es decir, el tiempo y el dinero que se sacrifica por haber elegido esta decisión y no otra.

Frontera de posibilidades de producción

Es un modelo económico que representa la realidad de una manera práctica. La forma cóncava de la FPP (frontera de posibilidades de producción) se produce debido a dos fenómenos económicos:

  1. Principio de especialización de los recursos o factores.
  2. Ley de los rendimientos decrecientes.

Eficiencia y crecimiento económico

Producción ineficiente

Si no se utilizan todos los recursos disponibles o no se aprovechan al máximo, las combinaciones resultantes se situarían por debajo de la curva de la FPP; por ejemplo, si se producen dos viviendas y diez automóviles. El punto F muestra la cantidad de viviendas y automóviles que se han producido muy por debajo de la curva de FPP, que expresa la cantidad máxima que se podría fabricar de dichos bienes.

Producción inalcanzable

Los puntos situados por encima de la FPP son puntos inalcanzables para la economía del ejemplo con la tecnología y los recursos de los que dispone en la actualidad; por ejemplo, la obtención de cinco viviendas y 20 automóviles se representa mediante el punto P.

Producción eficiente

Si se transfieren recursos (en el ejemplo, trabajadores) de la producción de automóviles a la construcción de viviendas o viceversa, se producirá un movimiento a lo largo de la FPP desde un punto a otro de la misma.

Crecimiento económico

Si se incrementan los recursos productivos de los que dispone una economía o se produce una mejora tecnológica, la FPP se desplazará hacia la derecha, ya que dicha economía estará capacitada para producir un mayor número de bienes y servicios. Este hecho puede tener lugar por cualquiera de las siguientes razones:

  • Descubrimiento de nuevos recursos naturales.
  • Incremento del número de trabajadores o que estos sean más productivos (por estar más cualificados, más motivados, etc.).
  • Aumento del volumen de capital.
  • Mejoras tecnológicas que posibiliten la producción de una mayor cantidad de bienes y servicios con los recursos existentes.

El mercado

Institución social en la que los bienes y servicios, así como los factores productivos, se intercambian libremente. Los tres principios en los que se apoya la lógica del mecanismo de mercado ayudan a entender mejor su funcionamiento:

Principio de soberanía de los consumidores

Dicha soberanía se ejerce a través de una votación peculiar. Los compradores o consumidores eligen los bienes y servicios que desean, los que más necesitan, solicitándolos en el mercado y estando dispuestos a pagar por ellos precios más elevados. Así pues, los precios pueden resultar un indicador que exprese de forma bastante correcta qué bienes se han de producir y en qué cantidad, ya que los bienes más solicitados por los consumidores elevarán su precio al aumentar su demanda.

Principio del beneficio

El productor tiene como objetivo conseguir los máximos beneficios; para ello, debe atender al movimiento de los precios de los distintos bienes y servicios, que estará condicionado por los deseos de los consumidores. Además, tendrá que competir con el resto de los productores por conseguir el mayor número de compradores posible, lo que implica la utilización de procesos productivos eficaces y eficientes.

Principio de la escasez

Los recursos con los que cuenta una economía son escasos en relación con la necesidad que hay de ellos, lo que obliga a diseñar un sistema de reparto de los bienes y servicios producidos. En el caso del mercado, dicho reparto tendrá como beneficiarios a los propietarios de los medios de producción, que serán remunerados por su aportación al proceso productivo. El funcionamiento del mercado está determinado por el comportamiento de los agentes que lo constituyen: los compradores o consumidores y los vendedores o productores, y ambos persiguen la consecución de sus propios intereses. De esta forma, a través del mecanismo de los precios se coordina la acción de compradores y vendedores, ya sea en el mercado de bienes o en el de factores, consiguiéndose la asignación de los recursos.

Adam Smith (1723-1790)

Se le considera el fundador de la economía como ciencia, ya que fue el primero en hacer un estudio sistematizado y científico de los grandes problemas económicos. Las ideas de Adam Smith no solo fueron un tratado sistemático de economía, sino un ataque frontal a la doctrina mercantilista. Algunas de sus principales aportaciones al pensamiento económico fueron estas:

La división del trabajo

Y la consiguiente especialización como factor fundamental para lograr el crecimiento económico. Según Smith, la división del trabajo posibilita el incremento de la producción por tres razones. En primer lugar, aumenta la destreza de cada operario al realizar repetidamente una tarea sencilla; en segundo lugar, se ahorra tiempo, ya que el trabajador no necesita cambiar de una clase de trabajo a otra; y, por último, permite la introducción de maquinaria para realizar tareas simples y repetitivas.

La teoría de la ventaja absoluta

En el marco del comercio internacional.

La libertad de competencia

El hecho de que los agentes económicos privados actúen según su interés particular hace que, guiados por una mano invisible, consigan incrementar el interés común sin pretenderlo.

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