Principios Presupuestarios
Principio de competencia: los presupuestos del Estado son elaborados por el poder ejecutivo y presentados al poder legislativo, que los aprueba mediante ley.
De universalidad: los presupuestos deben recoger todos los gastos e ingresos del sector público estatal.
De unidad: la totalidad de gastos e ingresos públicos han de presentarse en un presupuesto único.
De especialidad: las cantidades especificadas en los presupuestos deben ser gastadas única y precisamente en aquello para lo que habían sido asignadas.
De temporalidad: todo el presupuesto ha de referirse a un plazo determinado, normalmente un año.
De publicidad: la aprobación y la gestión del presupuesto tienen naturaleza pública. El parlamento y la opinión pública siguen la gestión a través de las sesiones de control al gobierno en las cámaras.
El Déficit Público
El saldo presupuestario es la diferencia entre los ingresos y los gastos del estado. Puede presentar una situación de:
- Equilibrio: cuando los ingresos son iguales a los gastos.
- Déficit: cuando los gastos son superiores a los ingresos.
- Superávit: cuando los ingresos son superiores a los gastos.
Déficit y Deuda Públicos
El problema que plantea el déficit público es su financiación. Se pueden utilizar dos vías:
- Endeudamiento: a través de la gran variedad de instrumentos financieros disponibles, el estado pide prestado parte de sus ahorros a sus propios ciudadanos o a los ciudadanos de otros países.
- Recurriendo al banco central: el déficit se financia mediante la creación de nuevo dinero, es lo que se denomina la monetización del déficit.
Mediante el equilibrio presupuestario se pretende, según se recogen en los Presupuestos Generales del Estado:
- Consolidar una cultura de estabilidad económica.
- Prolongar el crecimiento de la renta y la creación de empleo para garantizar a medio plazo la convergencia real con la media de la Unión Europea.
- Asegurar la viabilidad de la protección social.
- Facilitar nuevas reformas tributarias.
- Acelerar el ritmo de reducción del déficit.
- Mejorar las políticas públicas de inversión y gasto social.
Concepto de Presupuesto y Principios Presupuestarios
Presupuesto: se puede definir como la cuantificación de los gastos a realizar por una entidad en un periodo de tiempo determinado, junto con la previsión de los ingresos que es preciso obtener para financiarlos.
Principios presupuestarios: son denominados políticos que, con algunas matizaciones, todavía permanecen en vigor.
Clasificación del Presupuesto de Ingresos
Los ingresos, a diferencia de los gastos, no se imputan a los programas, sino que se clasifican de forma orgánica y económica.
- La clasificación orgánica muestra el agente al que se le imputan los ingresos.
- La clasificación económica define el objeto o la clase de ingreso y se utiliza para su imputación contable.
Ingresos Fiscales
Los impuestos directos son aquellos que recaen sobre el patrimonio y las rentas generadas por los contribuyentes. Son impuestos nominativos, que debe pagar cada sujeto atendiendo a sus circunstancias personales.
Los impuestos indirectos son aquellos que gravan el consumo de bienes y servicios, con independencia de las circunstancias personales del sujeto.
Las tasas son tributos que se exigen a cambio de la prestación de servicios por parte de los entes públicos a los beneficiarios de esos servicios.
Los Ingresos no Fiscales
Las transferencias corrientes son las cantidades que la Administración General del Estado recibe de otras entidades.
Los ingresos patrimoniales están constituidos por las rentas generadas por los bienes patrimoniales del Estado y que se ingresan en el Tesoro Público.
Las transferencias de capital hacen referencia fundamentalmente a los ingresos provenientes de los fondos estructurales de la UE para que la Administración desarrolle proyectos de inversión.
Indicadores de Inflación
La inflación es un descenso continuo del valor del dinero. El primer problema que aparece al estudiar la inflación es la medida de su magnitud, es decir, la cuantificación del aumento de los precios.
Los indicadores de inflación más utilizados son las tasas de variación del índice de precios al consumo (IPC) y del deflactor del producto interior bruto (PIB).
El índice de precios al consumo (IPC) es un indicador de la evolución del nivel de los precios de un conjunto de bienes y servicios que se consideran representativos del contenido normal de la cesta de la compra de una familia normal.
El deflactor del producto interior bruto (PIB) es una medida de inflación mucho menos utilizada que el IPC. Tiene interés si se trata de conocer la evolución del nivel general de precios de una economía completa, en lugar de saber cómo evolucionan los precios de los productos que consumen una familia media. El deflactor del producto interior bruto es el porcentaje que representa el PIB nominal respecto al PIB real.