Recursos propios o financiación propia
Son los recursos más estables de los que dispone la empresa ya que no se han de devolver. Son los que tienen más riesgo porque en caso de quiebra los socios son los últimos en recibir la parte correspondiente a la liquidación de la empresa.
Los recursos propios están formados por:
- El capital: está formado por las aportaciones de los socios al constituirse la sociedad, y por las ampliaciones de capital que se puedan producir. Las aportaciones pueden provenir de personas individuales, de empresas o de sociedades de alto riesgo.
- Las reservas: provienen de los beneficios no distribuidos por la empresa y forman parte de la autofinanciación interna. Las reservas pueden ser de 3 tipos:
- Legales: cuando su cantidad está fijada por la ley.
- Estatutarias: cuando están fijadas por los estatutos de la empresa.
- Voluntarias: cuando están determinadas por la obtención de beneficios extraordinarios y reservas procedentes de subvenciones privadas y estatales.
La financiación de mantenimiento está formada por:
- Las amortizaciones: se calculan por el valor que va perdiendo el inmovilizado en el proceso de producción. Los bienes del inmovilizado pierden valor por el propio uso que se hace de ellos en el proceso productivo. Cuando se acaba un ejercicio económico, se calcula la pérdida de valor que se ha producido en los activos de la empresa y se incorpora al valor del producto como un coste más que se cobrará en el importe de la venta. A medida que pasan los años el fondo de amortización va aumentando en el valor que se han depreciado los activos de forma que al final de la vida económica de estos la empresa podrá sustituirlos.
- Las provisiones: son una parte del resultado de la empresa que crea un fondo para hacer frente a ciertas pérdidas que aún no se han producido o bien futuros gastos.
Recursos financieros ajenos a largo y a medio plazo
Los recursos ajenos a largo plazo son aquellos de los cuales la empresa dispone durante un periodo superior a la duración de un ejercicio económico y que una vez pasado el tiempo ha de devolver con intereses.
Dentro de los recursos ajenos a medio y a largo plazo están los siguientes:
- Préstamos a medio y a largo plazo: las empresas piden préstamos a las instituciones de crédito para poder financiarse. Una vez aprobado el préstamo la empresa puede disponer del dinero de forma inmediata. Este dinero se devolverá con intereses.
- Empréstitos: son los títulos de crédito que emiten las empresas y que son comprados por particulares y otras empresas a cambio de interés. Cuando las empresas necesitan una gran cantidad de dinero y las condiciones de los préstamos que les ofrecen los intermediarios financieros no son económicamente aceptables piden préstamos particulares mediante la emisión de obligaciones y bonos.
- El leasing o arrendamiento financiero: es un sistema de financiación mediante el cual la empresa puede incorporar algún elemento de activo fijo a cambio de una cuota de arrendamiento. En este proceso intervienen tres agentes económicos: la empresa-cliente, que necesita un bien, la empresa que fabrica el bien y la empresa de leasing. La duración de la operación de leasing coincide con la vida económica del elemento patrimonial. El importe de las cuotas de leasing incorpora la amortización del bien, los intereses de capital producido, los gastos administrativos, y la prima de riesgo si falla la empresa arrendataria.
- El renting: es una modalidad que consiste en el alquiler de bienes muebles e inmuebles a medio y largo plazo. En el contrato de renting, el arrendatario se compromete al pago de una renta fija mensual durante un plazo determinado y la empresa de renting se compromete a prestar una serie de beneficios:
- Facilitar el uso del bien durante el plazo contractual.
- Proceder al mantenimiento del bien.
- Contratar un seguro a todo riesgo.
Recursos ajenos a corto plazo
Las fuentes más utilizadas por las empresas son:
- Préstamos a corto plazo: la empresa pide dinero a una entidad financiera para cubrir sus necesidades a corto plazo.
- Créditos bancarios a corto plazo: puede haber dos modalidades:
- El descubierto en cuenta: es una fuente de financiación poco habitual que consiste en la utilización de un importe superior al saldo disponible de una cuenta corriente. La ventaja de esta modalidad financiera es que la disposición del dinero se consigue de forma inmediata.
- La cuenta de crédito: cuando la empresa quiere disponer de medios financieros para prever posibles necesidades, pero no sabe exactamente qué cantidad precisará, puede pedir una cuenta de crédito. La empresa puede disponer de este dinero mediante la emisión de talones.
- El crédito comercial: es la financiación automática que consigue la empresa cuando deja a deber las compras que realiza a los proveedores. La empresa puede trabajar con los diferentes materiales adquiridos, lo que implica una financiación para la empresa durante el tiempo que tarde en pagar las facturas.
- El descuento de efectos: antes de su vencimiento, las deudas de clientes documentadas en letras pueden cederse a una entidad financiera, que anticipará su importe en cuenta una vez deducidas ciertas cantidades en concepto de comisiones e intereses. Si la letra resultase impagada el banco cargará el importe.
- Factoring: es otra forma de financiación empresarial que consiste en la venta de todos los derechos de crédito sobre los clientes a una empresa denominada factor, la cual proporciona a la empresa una liquidez inmediata y le evita el problema de los impagados, ya que la empresa no responde del impago de sus clientes.
- Fondos espontáneos de financiación: son aquellas fuentes que no requieren una negociación previa. Por ejemplo, las cantidades que la empresa debe a la Seguridad Social.